La esperada Torre Iberdrola, luego de cuatro años de construcción, con más de 8.500 toneladas de acero y 60.000 de hormigón, fue inaugurada oficialmente. Este rascacielos de cristal es ahora el hito arquitectónico que marca el techo de Bilbao y Euskadi, diseñado por el renombrado arquitecto argentino César Pelli. Tras casi medio año de actividad en el edificio de oficinas, la multinacional eléctrica bilbaína descubrió ayer la placa que conmemora el estreno de la estilizada torre. Más información a continuación.
La torre, ubicada en el regenerado paseo de Abandoibarra y nuevo domicilio social de Iberdrola, además de centro de negocios, dispone de una superficie total de 50.000 metros cuadrados y alcanza los 165 metrosde altura, con 41 plantas sobre rasante. Cuenta con 485 plazas de aparcamiento y es capaz de albergar a alrededor de 3.500 trabajadores. En la actualidad, tiene un nivel de ocupación del 50 por ciento y se espera llegar al 80 por ciento al finalizar el año.
Las cortinillas fueron retiradas por el presidente de la compañía, Ignacio Galán, y el rey Juan Carlos acompañado por su esposa Sofía. Un acto social al que fueron invitadas unas 400 personas de los ámbitos político, social y cultural de Euskadi. Entre los representantes políticos también estuvieron presentes el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria y la presidenta del Parlamento Vasco, Arantza Quiroga, y el diputado general de Araba, Javier de Andrés. Según Galán, el edificio simboliza “el anclaje de la empresa a Euskadi” así como “el firme deseo de mantener los centros de decisión en España”.
Además, César Pelli, el reconocido arquitecto argentino autor del diseño de esta gran torre, explicó las principales características que llevaron al diseño del edificio, junto a una maqueta ubicada en uno de los laterales del lobby, lugar donde se desarrolló el acto inaugural en su totalidad. El alcalde Azkuna también aportó con explicaciones de algunos de los detalles de la obra y su ubicación en la zona de Abandoibarra, cuyo centro ocupa el monolito transparente.
El acto se cerró con el descubrimiento de la placa que recordará el día de la inauguración y la intervención dela Coralde Bilbao desde la gran escalinata volada que une el hall con el restaurante de la entreplanta.